Necesito un abrazo, un beso, una caricia… una mirada… ¿Quién no lo necesita? ¿Te lo has preguntado?
La necesidad biológica
El CONTACTO es una NECESIDAD BIOLÓGICA. Y este invento que nos han lanzado es para atacar lo más vulnerable que tenemos, porque todos tenemos CARENCIAS de contacto desde bebés.
Cuando la personalidad se está forjando de los 0 a los 7 años, el bebé, recién parido no está preparado para separarse de ese contacto físico con la madre, pero ha de salir al mundo porque no puede seguir creciendo dentro.
No somos como un cervatillo que a las horas del parto está de pie. El bebé necesita el abrazo constante, la mirada y la atención constante, para que su cuerpo y su ser puedan encajar que “está en la Vida”.
El contacto es lo que te abre las memorias corporales de dolor, de carencias, de afectos de faltas… El contacto, a través del sentido de la piel junto a otra persona es lo que te hace sentir que estás vivo, viva…
Y todos, absolutamente todos, tenemos carencias en este sentido, porque nadie nos enseñó a saber esto cuando fuimos padres y teníamos que criar, ni nuestros padres lo sabían. Y el bebé tiene un pensamiento mágico completamente conectado con sus sensaciones y sentimientos, y eso se queda de por vida como una huella marcada a un animal, a fuego.
Hay estudios científicos de Bebes alimentados y no cogidos en brazos, no tocados, en un orfanato en Alemania durante una guerra. Murieron todos. Que eso nos sirva para algo.
Así como estudios sobre animales bebés, que les ponen en su jaula comida y un peluche y van antes por el peluche que les de calor corporal que a por la comida.
Así que alimenta más el Contacto, el calor, el Amor. A mí me queda claro, y no solo por estudios científicos comprobados, sino porque lo siento.
La guerra de géneros
Primero ha venido la ideología de géneros, desde la guerra vivida de siglos entre hombres y mujeres. Somos diferentes ¿Aún no lo sabes?
Y es una guerra apoyada y muy desvirtuada por las ideas del patriarcado del cual estamos saliendo en esta transición.
El maravilloso libro de “los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus” es un profundo libro que constata esa diferencia de ser, de sentir y de pensar.
Y nos queremos empeñar en asimilarnos en todo un sexo al otro, perdiendo lo que somos cada uno de nosotros, masculinizándonos las mujeres, feminizándose los hombres… En esta guerra… sigo necesitando un abrazo… la guerra solo nos aleja.
Esto produce un cambio de polaridad que no es sana para ninguno de nosotros, porque nos desconecta de lo biológico, de lo natural.
La ideología de género
Luego vino la ideología de género. Era el siguiente paso… Ya estamos peleados… pues ahora a afirmarme con el sexo contrario… aunque la guerra continúa, porque la realidad es que la guerra ya la llevamos dentro.
Y es un tema tan delicado, que prefiero no entrar en él, porque con más amor que lo trate, trae unas heridas tan profundas, que siempre alguien se va a sentir atacado, pero aquí lo dejo como el segundo paso de nuestra ruptura como seres que bajamos a sentir la compañía, el cariño, el Amor físico y espiritual, además de nuestra propia evolución.
Así hemos conseguido romper “LA PAREJA”, la unión más sagrada que existe cuando es desde la conexión espiritual y el amor. Sea del sexo que sea… pero, ¿Quién hoy en día consigue mantener una pareja por mucho tiempo?, quien consigue entenderse, comprenderse, sentirse libre junto al ser amado.
Cuando logras esto, te potencia, te potencia el amor, te da libertad, te da alas realmente… pero estamos tan perdidos, tan desorientados en este sentido que así hay muchísimas personas solas, completamente solas…
El tercer paso: La frialdad
Y ahora la pandemia… el tercer paso. Claro, ya está todo hecho… como aquel que está preparando la cazuela para echar al animal recién sacrificado para comer…
Han sido muchos años, han ido a fuego lento, transformando nuestras ideas, nuestra manera de sentir… hasta poder llegar aquí: “no te abraces, no te beses… que te puedes contagiar”. Es cuando más alto y claro he de decir: necesito un abrazo, soy humana!
Ahora llegas a casa de tu madre, que está “contaminada” continuamente viendo el terrorismo informativo del que estamos siendo presa y te dice: ponte la mascarilla… o me la pongo yo… y ni siquiera la puedes abrazar…
Tu padre, también presa del pánico, te dice: no vengas, que hay una vecina contagiada y no queremos que vengáis ninguno, aún siendo el cumpleaños, estando enfermo… da igual… es importante no contagiarse…
El dolor que genera eso dentro de tu cuerpo, no tiene precio, es como un fino cuchillo helado… un desgarro de FRIALDAD dentro de tu cuerpo. Llevas años haciendo terapias para poder reconectar con tu madre, porque había dolores desde pequeña y ahora que lo has conseguido… “no la abraces”…
Llegas a casa de tu hermano, a darle un regalo de cumpleaños a tu sobrina, y no se fían de ti, eres “la loca” de la casa, no sabemos dónde estás, ni dónde has ido, ni que has hecho… “A ver si vas a traer algo”. No hace falta que lo digan, se les nota en la cara…
No te acerques a ninguno, mantén la distancia…
Y ves a tu sobrina con la mascarilla…
La mascarilla que a mí personalmente me asfixia, me da dolor de cabeza e incluso me entra fatiga cuando llevo un rato con ella. Le pedí un justificante al médico que se negó a darme, porque, según él, todo está normal en mi respiración… No me ha visto en cuanto llevo un ratito y mis dolores de pecho, mi ansiedad en el timo y otras cosas más…
He tenido que dejar mis clases de baile, los abrazos con mis compañeras hermosas… y tantas, tantas cosas… Sigue esa necesidad de abrazo increíble con ellas…
CUARTO PASO: LA FALTA DE NATURALIDAD
Así que le pregunto a mi sobrina si le puedo dar un beso… YA NO SE PUEDE SER NATURAL. Nos están controlando sin que lo veamos, los impulsos naturales de Ser como somos con quien no está de acuerdo contigo o con quien tiene miedo… y se respeta todo lo posible… Pero: corta tu IMPULSO de amor.
Cuando yo, precisamente, me dedico a recordar como liberarnos de nuestras propias ataduras, para recuperar nuestra energía y tener ese impulso del “salvaje” que somos más claro y decidido.
Incluso, tienes miedo de entrar en su baño, no vayan a pensar cualquier cosa rara…
Y después de esto, incluso pueden preguntarte “qué te pasa”, porque estás fría, porque no eres tú… porque los lazos naturales de tu familia, aunque sean familia, se están cortando…
Se está haciendo con todo esto, todo el daño que están queriendo, somos presas de todas sus mentiras, de todo lo que están rociando por el aire para enfermar, de todo lo que nos están haciendo querer creer… del terrorismo informativo, de la falta de libertad de expresión, de movimiento y de SENTIMIENTOS… ¿Nos damos cuenta?
Necesito un abrazo… y 2 y 3… y cada día, todos los que pueda… desde el corazón… de gente que, como yo, no tiene miedo. Y que si coges algo, te sanas y punto. O te mueres, y punto. Pero es mejor eso que vivir así. Con esta frialdad en el corazón.
Nos estamos convirtiendo en seres psicóticos.
Los que aún están en familia, pueden pensar y sentir en criticar a los demás, están en su núcleo familiar, con sus vidas y también sus dilemas.
Si os ponéis un poquito en la piel de los que, por las circunstancias que sean, estamos y vivimos solos, sin un contacto… y tu familia te lo niega… que sepan que no me voy a dejar morir de pena y miedo como les está sucediendo a tantos mayores solos.
Que voy a seguir buscando sea como sea a las personas que amo y no tienen miedo, simplemente, porque es un instinto de supervivencia, y porque el Amor SANA, lo único que sana y puede matar a cualquier bicho es el AMOR y plantas y antibióticos naturales, y cuidados con plantas y aceites que previenen contra este virus de laboratorio, o no?… vete a saber…
NECESITO UN ABRAZO
Si, lo necesito, como todo el mundo, porque, por si aún no te has dado cuenta… lo único que sana en esta tierra a la que hemos venido a vivir es el Amor, el contacto, el roce, el cariño… Ese Amor, aumenta tu autoestima, tus defensas, tu sistema inmunológico y cualquier otra cosa que suceda.
Incluso los traumas se sanan con Amor, puro Amor.
Así que, aunque te cueste, da abrazos, y respíralos, todo lo que puedas, solo respíralos… y déjate sentir todo lo que te mueve por dentro, para que te sientas vivo, viva…
Qué así sea, y se conviertan en un placer, no una necesidad porque nos los están prohibiendo…
Carol Rodríguez