Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

Por todos mis acontecimientos personales. Uno más que “me dejaba”, otra relación que se acaba, después de “parecer” que era mágico. Pero no me daba cuenta que el precio de esa magia, estaba siendo bastante alto.

Una parte de mí estaba dejando de ser yo. Me estaba separando en parte de Mi Ser y de lo que hago, buscando otros caminos… Incluso mimetizándome hacia una energía que no era la mía ni algo creado por los dos, en pos del amor… Tal vez, un falso amor…

Los milagros existen… porque la vida me ayudó a que algo así acabara.

Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

Por todos mis acontecimientos personales. Uno más que “me dejaba”, otra relación que se acaba, después de “parecer” que era mágico. Pero no me daba cuenta que el precio de esa magia, estaba siendo bastante alto.

Una parte de mí estaba dejando de ser yo. Me estaba separando en parte de Mi Ser y de lo que hago, buscando otros caminos… Incluso mimetizándome hacia una energía que no era la mía ni algo creado por los dos, en pos del amor… Tal vez, un falso amor…

Los milagros existen… porque la vida me ayudó a que algo así acabara.

Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

Desde mucho dolor, mucha rabia, mucha tristeza, mucho agradecimiento a pesar de todo…

Acontecimientos personales

Por todos mis acontecimientos personales. Uno más que “me dejaba”, otra relación que se acaba, después de “parecer” que era mágico. Pero no me daba cuenta que el precio de esa magia, estaba siendo bastante alto.

Una parte de mí estaba dejando de ser yo. Me estaba separando en parte de Mi Ser y de lo que hago, buscando otros caminos… Incluso mimetizándome hacia una energía que no era la mía ni algo creado por los dos, en pos del amor… Tal vez, un falso amor…

Los milagros existen… porque la vida me ayudó a que algo así acabara.

Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

Los milagros existen, y estos días, los estoy pudiendo ver con mis propios ojos…

Día a día, después de muchos procesos de dolor, ando viendo, sintiendo y recibiendo bendiciones.

Me he devaneado estos días y durante todo este último ciclo, de aquí para allá. Sucediendo muchas cosas en mí. Fuera y dentro, dentro y fuera.

Desde mucho dolor, mucha rabia, mucha tristeza, mucho agradecimiento a pesar de todo…

Acontecimientos personales

Por todos mis acontecimientos personales. Uno más que “me dejaba”, otra relación que se acaba, después de “parecer” que era mágico. Pero no me daba cuenta que el precio de esa magia, estaba siendo bastante alto.

Una parte de mí estaba dejando de ser yo. Me estaba separando en parte de Mi Ser y de lo que hago, buscando otros caminos… Incluso mimetizándome hacia una energía que no era la mía ni algo creado por los dos, en pos del amor… Tal vez, un falso amor…

Los milagros existen… porque la vida me ayudó a que algo así acabara.

Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

Los milagros existen, y estos días, los estoy pudiendo ver con mis propios ojos…

Día a día, después de muchos procesos de dolor, ando viendo, sintiendo y recibiendo bendiciones.

Me he devaneado estos días y durante todo este último ciclo, de aquí para allá. Sucediendo muchas cosas en mí. Fuera y dentro, dentro y fuera.

Desde mucho dolor, mucha rabia, mucha tristeza, mucho agradecimiento a pesar de todo…

Acontecimientos personales

Por todos mis acontecimientos personales. Uno más que “me dejaba”, otra relación que se acaba, después de “parecer” que era mágico. Pero no me daba cuenta que el precio de esa magia, estaba siendo bastante alto.

Una parte de mí estaba dejando de ser yo. Me estaba separando en parte de Mi Ser y de lo que hago, buscando otros caminos… Incluso mimetizándome hacia una energía que no era la mía ni algo creado por los dos, en pos del amor… Tal vez, un falso amor…

Los milagros existen… porque la vida me ayudó a que algo así acabara.

Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

Los milagros existen

Los milagros existen, y estos días, los estoy pudiendo ver con mis propios ojos…

Día a día, después de muchos procesos de dolor, ando viendo, sintiendo y recibiendo bendiciones.

Me he devaneado estos días y durante todo este último ciclo, de aquí para allá. Sucediendo muchas cosas en mí. Fuera y dentro, dentro y fuera.

Desde mucho dolor, mucha rabia, mucha tristeza, mucho agradecimiento a pesar de todo…

Acontecimientos personales

Por todos mis acontecimientos personales. Uno más que “me dejaba”, otra relación que se acaba, después de “parecer” que era mágico. Pero no me daba cuenta que el precio de esa magia, estaba siendo bastante alto.

Una parte de mí estaba dejando de ser yo. Me estaba separando en parte de Mi Ser y de lo que hago, buscando otros caminos… Incluso mimetizándome hacia una energía que no era la mía ni algo creado por los dos, en pos del amor… Tal vez, un falso amor…

Los milagros existen… porque la vida me ayudó a que algo así acabara.

Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

 

Los milagros existen

Los milagros existen, y estos días, los estoy pudiendo ver con mis propios ojos…

Día a día, después de muchos procesos de dolor, ando viendo, sintiendo y recibiendo bendiciones.

Me he devaneado estos días y durante todo este último ciclo, de aquí para allá. Sucediendo muchas cosas en mí. Fuera y dentro, dentro y fuera.

Desde mucho dolor, mucha rabia, mucha tristeza, mucho agradecimiento a pesar de todo…

Acontecimientos personales

Por todos mis acontecimientos personales. Uno más que “me dejaba”, otra relación que se acaba, después de “parecer” que era mágico. Pero no me daba cuenta que el precio de esa magia, estaba siendo bastante alto.

Una parte de mí estaba dejando de ser yo. Me estaba separando en parte de Mi Ser y de lo que hago, buscando otros caminos… Incluso mimetizándome hacia una energía que no era la mía ni algo creado por los dos, en pos del amor… Tal vez, un falso amor…

Los milagros existen… porque la vida me ayudó a que algo así acabara.

Soy emocional, ser espiritual

Soy emocional, tremendamente emocional, y alguien pensó que ser espiritual es “tener las emociones controladas”, lo escuché muchos años en mi familia.

 

Y no, para nada. Ser espiritual, es “permitirse vivir las emociones”, es dejarlas traspasar por ti cada vez que vienen, porque si no las dejas pasar, no te las permites sentir, se enquistan dentro de ti. Y al enquistarse, engordas en el mejor de los casos. Enfermas en otros.

 

Al permitirte vivirlas, y dejarlas pasar a través de ti, aprendes a gestionarlas, a vivirlas, no a taparlas u ocultarlas, que es la especialidad de nuestro subconsciente, porque todo lo que duele o lo que cree que “es malo”, lo oculta, lo echa al cajón del trastero. Te dejo un lugar maravilloso que te explica las emociones en dibujitos.

 

Nuestras emociones son las que rigen nuestra vida desde lo más profundo de nuestro subconsciente. Nos demos cuenta o no. Y en el mejor de los casos, es tratar de verlas, sentirlas…

 

A esto es a lo que te acompaño en la Alkimia que gestioné a través de mi. Los milagros existen y se realizan a través de ti cuando dejas que esto suceda.

El abuso

Y después de esa relación “aparente y dañina” a la que también le estoy muy agradecida, porque una vez más, me ha hecho crecer, poner límites, y sobre todo confrontarme con lo más doloroso de mi vida que lo tenía olvidado. El Abuso. Un abuso no recordado de pequeña, que me ha hecho moverme hacia otros lugares.

 

Además, en esta última relación, me llegó el abuso en todo su esplendor: te regalo, te mimo, te cuido, te hago sentir una reina, para que después seas sumisa y hagas todo lo que yo quiero… Muy bien envuelto, muy bien encubierto, sin decir nada, y con palabras contrarias como: “yo te quiero libre”…

 

Pero esas palabras eran falsas, auto-creídas, para caer en la confianza de otra falsedad.

El auto-amor

Y todo esto me ha traído a un proceso de AUTO-AMOR impresionante, que si bien, ya hace años que me cuido, me mimo, me miro a mí antes que a nadie, el abuso que viví desde la infancia, me hacía tener en mí la semilla del maltrato más profundo, y atraía estas relaciones.

 

Por más que me empeñara, constelara, sanara… se han seguido repitiendo hasta encontrar el verdadero origen, lo que más profundo, arraigado y escondido se queda en el subconsciente y te condiciona toda la vida. Lo sepas o no, así sucede.

 

Y hoy estoy viendo como suceden milagros y milagros, uno detrás de otro.

La reconciliación de la familia

Y el más grande, ha sido el reconocimiento de mi hermano hacia mí, la reconciliación. Para ello tuve que posicionarme como nunca antes lo había hecho, crecerme, valorarme, decir lo que para mí era “mi verdad” sin miedo alguno, y estar en mi estado de adulta desde la paz.

 

Porque cuando haces o dices cosas que aparentemente, no te gusta porque parecen “violentas” pero inmediatamente después te queda una profunda paz dentro, y una sensación de que lo que has hecho es lo que tenías que hacer. Y lo que ha sucedido es exactamente lo que tenía que suceder… Entonces, es cuando sabes que estás en el estado adulto. Porque pase lo que pase, sin normas, ni reglas, sientes un profundo estado de Paz y vacío.

 

Y después, mantenerme. Mantenerme ahí mientras seguían los días, que nada que digan nadie te afecte al respecto del tema, porque estás segura de que todo pasó tal y como tenía que pasar…

 

Y en el momento menos esperado, apareció una pequeña nota de él hacia mí. Al leerla, fue echarme a llorar mientras sentía que uno de los hombres más importantes de mi vida, como suele suceder con la familia, “me abría el corazón”, me reconocía, dejaba de querer imponer lo suyo aún con su mejor intención…

 

Y así sentí que se encajaba verdaderamente algo, algo muy profundo se sanó en mí cuando el hombre me reconoció. Todos, en mis relaciones, de alguna manera, intentaban imponerme.

 

Y esto es lo que lo ha movido todo, desde el Amor hacia mí misma, hasta el amor desde fuera hacia mí. Siento una profunda paz, una profunda esperanza y un enorme agradecimiento en mi pecho.

Amarse a uno mismo no es egoísmo

Amarse a uno mismo no es egoísmo, es darte lo que tu corazón necesita. Y ese auto-Amor desde el adulto, el centro de tu ser, estar en el presente; te da paz y produce milagros. Verdaderos milagros…

 

Y hoy, estoy frente al milagro que veis en la foto, un lugar muy mágico y hermoso, Montserrat. Envuelta en una casa preciosa con hermanos con los que hay mucho amor… Amor recíproco de forma sincera y profunda.

 

Agradecida…

¿LOS QUIERES VER EN TI?

¿Los quieres ver en ti? ¿Quieres ver todos esos milagros en ti cada día? Ábrete al auto-amor y al agradecimiento…

 

Desde mi corazón, al tuyo…

Carol Rodríguez

 

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *